El Magnífico: Lorenzo de Médici

Hoy, día 8 de enero de 2020, termina mi andadura en este blog. Durante estos últimos meses he intentado que el usuario que se disponga a visitarlo se lleve una idea de quién fue Lorenzo de Médici, qué representó para su época tanto él como su familia y cuáles son los episodios más destacados de su vida. Para ello me he ayudado de bibliografía especializada, páginas web, bases de datos, portales de difusión y otros medios, como son los documentales y las series, los cuales he recomendado desde aquí porque creo que son una forma muy interesante y divertida de aprender Historia, y que además tienen gran calado en el público general. El eje vertebrador de este proyecto de divulgación histórica han sido, obviamente, las TIC, a través de las cuales tú estás leyendo esta entrada y yo he podido buscar los datos y la información que me han ayudado a realizar cada entrada y cada página. Dada su gran importancia para la divulgación histórica en la actualidad, también he intentado acercarlas

       A propósito de la gran labor de mecenazgo y protección del patrimonio histórico de la Antigüedad que llevó a cabo nuestro ilustre Lorenzo el Magnífico, quiero compartir con vosotros y vosotras una breve reseña de una carta que escribió fray Giocondo, gran arquitecto y humanista, así como editor de Vitrubio y de Plinio el Joven, a Lorenzo, durante sus años de gobernador de la república de Florencia.  En dicha carta, fray Giocondo se lamenta del deplorable estado en el que se encuentran numerosos vestigios históricos de la antigua ciudad de Roma. En primer lugar, muestra una gran pena por no poder rescatar lo que los antiguos romanos escribieron en sus epígrafes, ya que muchos se encuentran fuera de su lugar de origen, han pasado a formar parte de otras construcciones mucho menos valiosas o, peor aún, han terminado sus años de vida en un horno de cal. También lanza una dura crítica a los profanadores que se atreven a destruir lo que un día embelleció a una gran ciudad his

La llegada del Renacimiento, paradigma de la recuperación de la Antigüedad clásica, trajo consigo, como se diría actualmente, un  boom de las artes en diferentes expresiones, tales como la arquitectura, la pintura y la escultura. Detrás de estas maravillosas obras de arte se encuentran una serie de artistas que en su día contaban con los llamados mecenas, es decir, personas o fundaciones ricas y poderosas que protegen a los artistas y adquieren o promueven sus obras. Y, ¿qué familia rica y poderosa, al mando durante generaciones de la república de Florencia, encaja en esta definición? Supongo que ya te habrás percatado de qué va el tema de este blog, y de esta entrada sin ir más lejos, pero si no, ya respondo yo: ¡la familia Médici! Cosme, Pedro, Lorenzo, etc., enriquecidos a través de la banca y el comercio, disponían de dinero de sobra para trabajar con artistas tan conocidos e importantes para la Historia del Arte como Fra Angelico, Paolo Ucello, Leonardo da Vinci, Sandro Bott